Qué es el melanoma
El melanoma es una afección de piel que se origina en las células llamadas melanocitos, que producen el pigmento de la piel (melanina), Estas células tienen la capacidad de formar manchas oscuras, conocidas como lunares, en el tejido cutáneo y son responsables del color normal de la piel.
Podemos considerar primeramente la existencia de dos tipos de melanomas: melanoma benigno y melanoma maligno.
Qué es el melanoma benigno?
El melanoma benigno es un tipo de tumor cutáneo que se forma a partir del pigmento de la piel. Estos tumores no son cancerosos, pero si crecen demasiado rápido o llegan a tener ciertas características anormales, pueden convertirse en un melanoma maligno. El tratamiento para estas lesiones suele ser cirugía para extirpar el tumor y evitar así que éste evolucione hacia algo más grave.
Qué es el melanoma maligno?
El melanoma maligno es una forma de cáncer de piel que se desarrolla a partir de las células pigmentarias (melanocitos) en la capa más profunda de la epidermis. Estas células producen el pigmento oscuro llamado melanina que le da color a nuestra piel, pelo y ojos.
El melanoma generalmente aparece como un lunar con características anormales en su color, tamaño y consistencia, pero también puede presentarse como un nuevo crecimiento en la piel sin lugar a dudas.
Si el tumor no se trata pronto, las células cancerosas del melanoma se extenderán al tejido circundante e incluso podrían diseminarse por todo el organismo mediante los vasos sanguíneos y linfáticos.
Cuáles son los síntomas del melanoma
Los síntomas más comunes del melanoma incluyen:
- Un lunar nuevo o existente que cambia de tamaño, textura u otros características;
- Manchas marrones o negras;
- áreas rojas inflamadas;
- Ampollas con contenido líquido claro;
- Pequeños puntos blancos sobre la superficie de la piel.
Si no se trata a tiempo, el melanoma puede propagarse a los ganglios linfáticos y a otros órganes internos causando metástasis e incluso mortalidad por esta enfermedad.
Los factores principales para desarrollar este tipo de cáncer son exponerse al sol durante largos periodos sin protección adecuada contra los rayos ultravioleta (UV). La edad avanzada así como herencia genética constituye un mayor riesgo para sufrir esta dolencia ya que ésta disminuye la resistencia natural ante las radiaciones UVB presentes en el medio ambiente.
Otras variables relacionadas con el incremento del riesgo son historial personal previo canceroso, usuarios prolongados de quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia y tabaquismo activamente practicado.
Tipos principales de melanoma maligno y su tratamiento
Los tipos principales de melanoma maligno son:
1. Melanoma cutáneo superficial:
Es el tipo más común de cáncer de piel y se forma en la capa externa (epidérmica) de la piel. Se presenta como manchas oscuras o puntos negros, a menudo con bordes irregulares y variaciones en el tono y el color. Estas manchas suelen ser dolorosas al tacto y desarrollan ampollas e hinchazón.
El melanoma cutáneo superficial generalmente no causa síntomas adicionales, pero si se detectan a tiempo, los tratamientos exitosos son posibles. Si no se trata adecuadamente, este tipo de cáncer puede propagarse más profundamente dentro del tejido subcutáneo y llegar a otros órganos del cuerpo.
Se trata principalmente con cirugía. Se elimina la lesión y una porción del tejido circundante para asegurar que todas las células cancerosas hayan sido removidas. Esta extirpación quirúrgica también es conocida como exéresis o resección localizada. Después de la operación, el paciente debe someterse a chequeos regulares para detectar posibles recurrencias o propagaciones del tumor.
En algunos casos, pueden ser necesarios otros tratamientos adicionales después de la cirugía para ayudar a prevenir recurrencias y disminuir el riesgo de propagación del melanoma. Estos incluyen radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia (terapias biológicas). La elección depende en gran medida del tipo y grado del melanoma así como también el estado general de salud del paciente.
2. Melanoma mucoso:
Es un tipo de cáncer de la piel que se desarrolla en los tejidos mucosos, como el revestimiento interno del labio, la boca y las membranas nasales. El melanoma mucoso afecta al epitelio del tracto gastrointestinal, el sistema respiratorio y la piel. Está causado por la mutación genética en las células pigmentadas conocidas como melanocitos.
Los melanomas mucosos se desarrollan en los revestimientos internos de los órganos y pueden extenderse a otros tejidos y órganos.Esta forma de melanoma generalmente se ve como un tumor oscuro o marrón con un brillo metálico en su superficie.
El tratamiento depende del estadio y ubicación del tumor. Los métodos tradicionales incluyen cirugía para extirpar el tumor y quimioterapia sistémica para destruir las células cancerígenas restantes. En algunos casos, también se puede recurrir a radiación externa para destruir las células cancerígenas que no hayan sido eliminadas por la cirugía o la quimioterapia.
El objetivo principal será eliminar todas las células cancerígenas para prevenir su propagación o recurrencia. Además, también existen varios medicamentos experimentales disponibles para pacientes con melanomas avanzados o recurrentes que no responden bien a otras formas de tratamiento convencionales.
3. Melanoma uveal u ocular:
Se llama uveal porque se desarrolla en la parte del ojo llamada úvea. Está causado por la acumulación anormal de los melanocitos, Estas células se encuentran naturalmente en los tejidos del ojo y pueden convertirse en cancerígenas si hay algún factor desencadenante como la exposición a radiación ultravioleta, mutaciones genéticas u otros factores externos.
Los síntomas más comunes del melanoma ocular son: visión borrosa, dolor persistente en el ojo, manchas negras visibles dentro del campo visual, crecimiento anormal de los vasos sanguíneos (neovascularización) e inflamación. Si no se trata adecuadamente a tiempo, este tipo de tumor puede diseminarse rápidamente por todo el organismo y ser fatal para el paciente.
Es una enfermedad ocular potencialmente grave que se origina de las células pigmentarias de los tejidos intraoculares. Es el tipo más común de tumor maligno del ojo y afecta principalmente a personas mayores de 50 años, y los hombres son más propensos a contraerla que las mujeres.
El tratamiento para el melanoma ocular depende principalmente del tamaño y ubicación exacta del tumor así como su grado de avance. Algunos tumores pequeños pueden eliminarse con cirugía extirpatoria sencilla sin mayores complicaciones; sin embargo, los tumores grandes requieren procedimientos quirúrgicos más complejos que incluyen radioterapia externa y/u oftalmoscopía láser selectiva (SOL).
En casos extremadamente avanzados incluso podría recomendarse la quimioterapia intravenosa para controlar el crecimiento maligno e intentar detenerlo antes de que cause dañoso irreparable al paciente.
También se administran medicamentos orales o intravenosas en algunas situaciones específicas cuando sea necesario para controlar las células cancerosas restantes en los ganglios linfáticos regionales y/u órganos distantes si existen metástasis presentes.
4. Melanoma nodular:
Se caracteriza por un nódulo oscuro o azulado-negro con bordes irregulares y escamas superficiales. Se encuentra generalmente en los miembros superiores, cara y cuello pero también se puede desarrollar en otros lugares del cuerpo expuestos al sol como manos, espalda y piernas.
El tratamiento para el melanoma nodular depende principalmente del estadio del tumor cuando fue diagnosticado. Los tratamientos más comunes incluyen cirugía para extirpar el tumor así como radioterapia e inmunoterapia para ayudar a prevenir recurrencias posteriores. En casos avanzados, los médicos también recomiendan quimioterapia u otros tipos de terapias sistémicas dirigidas contra el tumor.
5. Melanoma acral lentiginoso:
Es una forma poco común de melanoma que se desarrolla en la piel y/o debajo de las uñas. Se caracteriza por el aparecimiento de manchas planas, negras o marrones, a menudo con bordes irregulares. Estos cambios en la piel son generalmente indoloros y no presentan otros síntomas.
El tratamiento para el melanoma acral lentiginoso suele ser quirúrgico, con cirugía láser o extirpación completa del tumor. También se usan medicamentos como quimioterapia tópica o inyección intralesional para ayudar a reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía. En algunos casos más avanzados se recomienda terapia fotodinámica (PDT) junto con quimioterapia sistémica intravenosa para ayudar a controlar y disminuir el crecimiento tumoral.
Tratamientos para el melanoma
Aunque hay muchas formas diferentes de tratar el melanoma dependiendo del estadio al momento del diagnóstico, los principales tipos de tratamientos son:
- Intervención quirúrgica o Cirugía es ampliamente considerada como la principal herramienta disponible para remover completamente toda zona cancerosa junto con partes sanas del tejido circundante.
La cirugía se realiza bajo anestesia local con sedación si es necesario e implica extraer completamente todos los tejidos involucrados junto con cantidades variables del tejido sano adyacente («margen quirúrgico»), dependiendo del grado histológico del tumor originalmente diagnosticado.
Un margen amplio reduce significativamente la probabilidad de recurrencia local asociada al melanoma cutáneo a largo plazo después de laprimera resección quirurgica del tumor primario.
Además se recomenda la excision profilactica o marginal de los tejidos adyacentes al melanoma cutáneo para evitar la extension local y la recurrencia de las celulas cancerígenas más probablemnte contagiosas. Sin embargo esta estrategia no reduce la incapacidad de tratar el cáncer después del diagnostico
- Quimioterapia para matar las células cancerosas. En casos en los que se hayan presentado metástasis y otras lesiones cutáneas similares a los melanomas, en el extremo de un gran radio (generalmente menors de 5 cms).
El tratamiento quimico es considerado como el último recurso antes de realizar cualquier intervencin quirúrgica, porque los efectos colaterales de las multiterapias pueden ser mayores que sus beneficios terapéuticos.
- Radioterapia con alta energía externa impuesta localmente a tumores extensivos en regiones cutaneas profundas múltiples para destruir el ADN celular dentro de los tumores;
- Terapias biológicas dirigidas contra proteínas específicas relacionadas con el crecimiento tumoral. Están destinadas a matar directamente las células cancerígenas utilizando fotodinamia selectiva o inhibidores BRAF-MEK entre otros ;
- Inmunoterapia para estimular al sistema inmune a combatir las células cancerosas y terapias hormonales para reducir su proliferación.
- Terapia de biología molecular basada en genes y proteínas sencillas para inducir la regulación celular correcta y finalmente terapias combinadas de estos tratamientos a corto plazo para obtener un efecto máximo en la eliminación del cáncer de tipo melanoma.
Cuáles medicamentos se aplican para el melanoma
Los medicamentos más comunes utilizados para tratar el melanoma son:
- Las terapias de interferón y citokinas son una forma de tratamiento para el melanoma. Estas terapias se basan en estimular al sistema inmune del paciente para que reconozca y destruya las células cancerosas.
El interferón alfa-2b es el principal tipo de interferón usado para tratar el melanoma, mientras que la terapia con citokinas utiliza varios diferentes tipos de proteínas como factor estimulante de colonias (GCSF) o interleucina-2 (IL-2).
Estas terapias pueden ser administradas a través de inyecciones o perfusión intravenosa. En general, estos tratamientos suelen ser eficaces en pacientes con melanomas localmente avanzados o metastásicos.
Sin embargo, también pueden provocar efectos secundarios graves como fiebre alta, náuseas y vómitos, inflamación abdominal aguda y disminución del recuento sanguíneo. Por lo tanto, es importante hablar con el médico sobre los posibles riesgos antes de decidirse por este tratamiento.
Los resultados obtenidos han sido en muchos casos prometedores, considerando que su propósito es poder detener el avance del tumor y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por este tumor maligno.
- Terapia con inmunomodulador (IPILIMUMAB). La inmunoterapia busca estimular las respuestas del sistema inmune para combatir la enfermedad. Estos tratamientos incluyen medicamentos como los inhibidores de la proteína PD-1, así como terapias biológicas basadas en células T y vacunas dirigidas contra el tumor.
- Los inhibidores de la proteína PD-1 actúan bloqueando una molécula que se une a otra llamada «PD-L1» presente en algunas células cancerosas. Esto ayuda a evitar que estas células escape al control del sistema inmune y luego permitirá que el sistema inmunológico mate las células cancerosas.
- Inhibidores de BRAF y MEK, tales como dabrafenib y trametinib.
- Medicamentos biológicos, como aldesleukina o interleuquina 2 (IL-2) y temozolomida oral (TMZ). Las terapias biológicas dirigidas contra proteínas especificas son un recurso medico alternativo para complementar el criterio convencional de prevención, combinadas con la administración de medicinas para impedir el crecimiento del tumor y la extensión y distribución circulatoria de las células malignas.
- Otros medicamentos sistémicos, como vemurafenib o ipilimumab junto con radiocirugía quirúrgica ósea para optimizar los resultados del tratamiento localmente avanzado en pacientes seleccionados con cáncer de piel metastásico .
Otras terapias incluyen:
Las terapias biológicas basadas en células T implican administrar al paciente sus propias células T modificadas genéticamente para reconocer y destruir las células cancerosas específicamente marcadas con antígenos específicos del tumor.
Por último, hay varios tipos diferentes de vacunas disponibles actualmente para el tratamiento del melanoma, incluidos aquellos diseñados para provocar una respuesta anticuerpo directamente contra las proteínas expresadas por el tumor, así como aquellas diseñadas para estimular la producción de linfocitos T citotóxicosespecializados capaces de eliminar selectivamente las células cancerosa
Las terapias hormonales para el melanoma se utilizan principalmente en casos avanzados. Estas terapias incluyen medicamentos como agonistas de la hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH) y antagonistas del receptor de andrógenos. Estas drogas funcionan al bloquear o inhibir los efectos de las hormonas masculinas, conocidas como andrógenos, que estimulan el crecimiento del tumor.
El objetivo es disminuir la producción de esta hormona y así reducir el tamaño del tumor. Otra forma de tratamiento hormonal para el melanoma es la administración sistemática de adrenalina a pacientes con tumores resistentes a otros tratamientos, lo cual puede ayudar a reducir su tamaño.
Finalmente, hay varios ensayos clínicos en curso que evalúan nuevos fármacos dirigidos contra ciertas proteínas relacionadas con la proliferación celular y/o angiogénesis (formación excesiva de vasculatura).
Algunos pacientes pueden no responder a los primeros planes determinados, debido a alteraciones moleculares particulares a ellos. Solo se pueden recomendar terapias experimentales con resultados desconocidos, y aún mas complejas plantillas terapéuticas.
Tal vez mediante la unión de todos las terapias se consiga controlar el cáncer por aneas previamente descritas, esperando un mayor beneficio con respecto a efectividad y menor toxicidad total para el paciente en cuestión .
En general , la cura del melanoma depende de la extensión y profundidad que llega a afectar la epidermis, y es por lo tanto fundamental que todo individuo expuesto a un real riesgo de convertirse en paciente de una melanosis, se examine regularmente y realice chequeos cuidadosos especializados en patologia cutanea y dermatologia naturalmente asociada y contacte al professional las veces que sea necesario.
Algunas preguntas de interés
¿Cómo saber si un melanoma es maligno?
Un melanoma maligno se caracteriza por su forma, color y tamaño. Los melanomas tienen bordes irregulares, tonos varios desde el negro al anaranjado oscuro y un diámetro mayor a 6mm. Si encuentras un lunar que presente estas características deberías acudir a tu médico para realizarle un chequeo completo e iniciar el tratamiento adecuado si es necesario.
¿Cuánto tiempo se puede vivir con melanoma?
La duración de la supervivencia depende del estadio en el que se encuentre el melanoma al momento del diagnóstico. En general, los pacientes con una etapa temprana (I) tienen una mayor esperanza de vida y unas tasas de supervivencia a 5 años superiores al 90%.
Por otro lado, las personas diagnosticadas con un melanoma avanzado (etapas III y IV) suelen presentar menores índices de curación. No obstante, hay muchos factores que pueden influir en la duración de la supervivencia como son: edad, sexo, condiciones generales del paciente e incluso el tipo exacto de melanoma.
¿Qué tan rápido avanza un melanoma?
El avance de un melanoma depende del tamaño, la profundidad y el grado de malignidad. Los melanomas pueden progresar rápidamente si no se detectan temprano o si no reciben tratamiento adecuado. El tiempo en que un melanoma se propaga desde su aparición hasta el momento en que empieza a causar síntomas varía mucho entre los individuos.
Algunos casos pueden extenderse hasta por varios meses o incluso años antes de que aparezcan signos visibles. Por lo general, es mejor hacerse exámenes con frecuencia para detectar cualquier anormalidad cutánea temprano y así reducir las posibilidades de propagación del melanoma.
¿Qué tan mortal es el melanoma?
La tasa promedio de mortalidad del melanoma es alrededor del 20%. Esta cifra varía dependiendo de la etapa en la que se detecta el melanoma, con casos tempranos teniendo una tasa de supervivencia mucho mayor. La tasa de supervivencia a 5 años para el melanoma tratado con cirugía curativa inicial es alta, y se estima en alrededor del 92%. a 5 años de haber sido detectado el cáncer.
Conclusión
En conclusión, el melanoma es un tipo de cáncer de piel potencialmente mortal si no se detecta a tiempo. Debido al riesgo que supone su propagación mediante metástasis, resulta fundamental realizar exámenes periódicos con el dermatólogo para identificarlo precozmente antes de que sea demasiado tarde para actuar eficazmente contra él.
Si bien el cáncer de piel es difícil de prevenir, hay algunas cosas que las personas pueden hacer para reducir su riesgo. Esto incluye limitar la exposición al sol, usar protector solar con un factor de protección solar (SPF) alto, evitar los salones de bronceado artificiales y verificar regularmente los cambios en la piel.